Apatzingán, Mich., 24 de marzo de 2025.- Monumento visitado el 22 de octubre por el representante presidencial y el gobernador del estado, acompañados por múltiples funcionarios de gobierno, el llamado Fortín de Morelos se encuentra en el abandono el resto del año, tal y como sucede ahora, cuando Apatzingán se encuentra varios meses de la fecha central en qué capta la atención de locales y visitantes.
Con basura y polvoriento, el llamado Fortín de Morelos no cuenta con trabajos de mantenimiento, como es la limpieza, y pasa desapercibido para los propios y extraños, no obstante encontrarse en más transitadas de la ciudad, a cuadra y media del jardín principal.
Anécdota aparte, merece considerar que el llamado Fortín de Morelos no fue propiamente un Fortín, ya que Morelos en su vida hacia el sur del país acosado por las tropas del realista Calleja, llegó a Apatzingán firmó la Constitución de 1814 en esta ciudad, para enseguida continuar su camino hacia el Estado de Guerrero, por lo que no tuvo tiempo para edificar un fuerte desde el cual combatir, sino que apenas le dio tiempo al congreso Insurgente destapar su firma en el documento.
Dicen viejos historiadores de Apatzingán que se trataba de una garita de cobro a los comerciantes que venían de la región de Cotija y Los Reyes, a expender sus productos a Apatzingán, por lo que, a finales de 1800 y principios de 1900, fue instalado el puesto de cobro en el lugar, mientras que otro fue colocado unos metros más al norte, más o menos por donde actualmente se encuentra la empresa Teléfonos de México, pero este último fue destruido para dar paso a las nuevas edificaciones.
Sin embargo la costumbre histórica asegura que desde ahí se defendió Morelos ante los embates de
Calleja, por lo que es considerado el primer auténtico monumento de la guerra de Independencia que finalmente cristalizó en 1821, con la asunción de Iturbide como primer emperador de México, es decir casi seis años después de que cesaran las hostilidades tras el fusilamiento del prócer nacido en Morelia.
Hoy por hoy, esta reliquia atribuida al cura José María Morelos y Pavón, se encuentra olvidada por los apatzinguenses, pero solo en espera de que llegue el 22 de octubre próximo para entonces sí se vista de gala, y se vuelva a cubrir de gloria, como cada año, al cumplirse un aniversario más de la firma de la Constitución de 1814.
«El Fortín de Morelos», está olvidado por los ciudadanos; sólo un día al año se cubre de gloria
