Política en Línea

Política en Línea

Por Jesús Bedolla Nava

Una reunión que, se suponía, se realizaría en riguroso secreto, trascendió de manera escandalosa aún antes de llevarse a cabo.
Por segunda ocasión en unos cuantos días, estuvo en esta ciudad el acaudalado aguacatero de Tacambara, Valentín Rodríguez, el más fuerte aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura del estado, de quién se dice se codea con potentados de la talla de los Ramírez, propietarios de la cadena de cines «Cinépolis», y plazas comerciales, o los Medina, zares de las agencias de autos, fraccionamientos y otras empresas. Amos y señores de Altozano
Los alcances de Valentín Rodríguez han llegado a Malasia, en donde tiene huertas de aguacate, por tanto se ha expandido para lograr una mayor cobertura estratégica y comercial, con lo cual abate costos.
Luego entonces, se trata de un emprendedor exitoso, de aspecto campirano, sencillo, y que sabe lo que quiere y eso lo hace peligroso en el ámbito político electoral.
Valentín Rodríguez me trae a la memomoria al extinto Eduardo Villaseñor Peña, de tristes recuerdos para Cristóbal Arias Solís, pues fue el lapiedadense quien le indilgó la primera derrota electoral en pos del gobierno del estado, a principios de los años noventa.
Sin embargo la logística le falló al tacambarense pues la reunión que habría de llevarse a cabo en secreto, trascendió estruendosamente antes de que arribara a Apatzingán, situación que podría serle documentada por los adversarios, quienes por cierto también han cometido actos políticos anticipados en lo que se refiere al proceso electoral 2021.
Otro dato sumamente interesante en torno a las visitas de Valentín Rodríguez a Apatzingán, lo es el hecho de que son aquellos que manejan el producto limón en la región quienes le organizan las recepciones. Al buen entendedor, pocas palabras.
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A manera de sugerencia para las autoridades de salud encabezadas por Noé Jaimes Plascencia, y las municipales, representadas por José Luis Cruz Lucatero , ha llegado el momento de que modifiquen su estrategia de combate al zancudo y se planten ante la sociedad como facilitadores de las acciones para la erradicación de las plagas que año con año se presentan y causan estragos en la población al diseminarse enfermedades como el dengue, la chikungunya y la zika.
La población ha vivido en el error todo el tiempo al considerar que la presencia del zancudo es responsabilidad de las autoridades, y éstas mismas conceden esa apreciación, de tal manera que implementan acciones de combate a veces desorganizadas, sin los implementos y sustancias suficientes, y con ello sólo refuerzan su presunta culpabilidad ante la observancia social.
La realidad es que en cada hogar, en cada casa, en cada aposento, criamos nuestros propios zancudos, esos que nos hacen la vida imposible y en no pocas ocasiones nos transmiten enfermedades.
Somos nosotros con nuestra apatía quienes coleccionamos recipientes a la intemperie, los cuales captan agua de lluvia y se convierten en los focos de proliferación, repito, de nuestros zancudos.
Somos nosotros quienes tenemos que combatir la presencia de nuestras plagas domésticas.
Las autoridades deben presentarse como facilitadoras de los planes y programas que todos debemos ejercitar en casa para erradicar ese mosquito.
Resulta que hay familias que quieren que las brigadas de salud les descombren las casas, hagan la descacharrización de todo lo que nosotros nos hemos preocupado de acumular durante meses y años.
En ocasiones ni siquiera se permite a los trabajadores de la jurisdicción sanitaria entrar a los hogares a aplicar la abatización en las pilas de agua para uso doméstico y aljibes.
La realidad es que a todos nos corresponde combatir el zancudo en casa y la mejor manera es prescindiendo de artículos y objetos que puedan acumular agua de lluvia. Necesitamos ser nosotros los que combatamos a. nuestros zancudos, para adquirir conciencia de nuestra responsabidad y cada vez seamos mejores en ese aspecto. Necesitamos aducarnos, con la ayuda de las autoridades.
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Al la distancia las opiniones del ex diputado local y ex presidente municipal, Genaro Guízar Valencia, surten un efecto importante en el mundo de la política doméstica, pues con razonamientos finca sus hipótesis, que al final se convierten tesis.
Desde una villa cercana a San José, California, donde ha permanecido los últimos cinco meses, el político nacido en El Limón, municipio de Aguililla, pero avecindado en Apatzingán, aunque por largos períodos vive en Estados Unidos, en donde tiene ciudadanía, además de sus negocios, Guízar Valencia habla de su experiencia en materia política y redirecciona aspectos importantes que pueden servir a todos los que gustan de esa actividad, y si bien no siempre están todos de acuerdo con él, ya que hay quienes ven detrás de sus palabras la intención de participar en las elecciones, la verdad es que en mesas de café los comentarios diversos asienten en la razón del ex presidente y ex legislador.
Ahora bien, es cierto que la política es para los participantes como el futbol para los amantes ese deporte: jamás se retirarán y participarán hasta el último momento, si no en el campo de batalla, sí como observadores y como referencias de opinión.
Con esto quiero decir que a Genaro le mueve el interés de participar y eso es normal y tiene sus derechos intactos, por tanto puede hacerlo porque además cuenta con una estructura que pocos tienen. y eso sí es una ventaja importante que puede hacer valer en cualquier momento.
Dicen que más sabe el Diablo por viejo, que por Diablo.
Hasta la próxima.